El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) suspendió momentáneamente sus operaciones el 2 de enero debido a un denso banco de niebla que afectó la visibilidad en las pistas. La medida, adoptada en la mañana, tuvo como objetivo garantizar la seguridad de los vuelos, tanto en aterrizajes como en despegues
De acuerdo con un comunicado emitido por el AICM, la suspensión se extendió por cerca de una hora. Durante este tiempo, varias aeronaves permanecieron en espera y algunos vuelos fueron desviados hacia aeropuertos alternos. Las operaciones comenzaron a restablecerse una vez que las condiciones meteorológicas mejoraron y se alcanzaron los niveles de visibilidad requeridos.
La situación generó afectaciones para cientos de pasajeros, quienes experimentaron retrasos y modificaciones en sus itinerarios. A través de sus redes sociales, el AICM recomendó a los usuarios mantenerse en contacto con las aerolíneas para obtener actualizaciones sobre sus vuelos y evitar acudir al aeropuerto sin información confirmada.
Este tipo de incidentes meteorológicos son comunes en la temporada invernal, cuando la combinación de bajas temperaturas y alta humedad favorece la formación de niebla. Especialistas en aviación han destacado la importancia de estas medidas preventivas para evitar accidentes y minimizar riesgos.
El AICM es uno de los aeropuertos más transitados de América Latina, y cualquier interrupción en sus operaciones tiene un impacto significativo en la conectividad aérea nacional e internacional. Las autoridades aeroportuarias reiteraron su compromiso con la seguridad como prioridad absoluta en la gestión de estas eventualidades.
