La industria textil de la región Puebla-Tlaxcala cierra el año en crisis, enfrentando un semáforo rojo debido al incremento de mercancías importadas de forma ilegal, especialmente de origen asiático. Jorge Moreno Rojas, presidente de la Cámara de la Industria Textil (Citex) Puebla-Tlaxcala, señaló que la capacidad productiva del sector se redujo al 62% y que dos empresas cerraron operaciones, mientras otras tres pausaron su actividad, generando la pérdida de mil 500 empleos.
El contrabando de productos como prendas de vestir y artículos decorativos provenientes de China ha aumentado siete veces en comparación con años anteriores, lo que afecta la competitividad de las empresas locales. La entrada de estas mercancías a precios bajos amenaza la estabilidad de 176 empresas afiliadas a Citex en Puebla y Tlaxcala y compromete los empleos generados en la región.
Moreno Rojas destacó la falta de estrategias contundentes por parte del gobierno federal para combatir el contrabando, aunque reconoció avances recientes en operativos realizados en la Ciudad de México. La clausura de establecimientos que comercializaban mercancías ilegales en zonas como Izazaga representa un paso adelante, pero es necesario replicar estas acciones en todo el país.
El impacto del contrabando no solo se refleja en la reducción de turnos y operaciones de las fábricas textiles, sino también en la sustitución de productos fabricados en México por mercancías extranjeras. Los empresarios han apostado por la innovación tecnológica para contrarrestar los efectos de la competencia desleal y mejorar la calidad de sus productos.
La industria textil en Puebla y Tlaxcala enfrenta una encrucijada que demanda atención inmediata por parte de las autoridades. Con más de 25 mil empleos en juego, el sector busca alianzas estratégicas y acciones concretas para proteger la producción nacional y fortalecer su papel en la economía regional.