La Fiscalía General de la República (FGR) ejecutó una nueva orden de aprehensión contra Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, acusado del homicidio calificado de seis personas, entre ellas dos mujeres, ocurrido en 2007. Actualmente, Cárdenas Guillén se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México. Con esta acción, el capo deberá comparecer ante un juez federal para rendir su declaración preparatoria, en la que podrá reservarse su derecho a declarar y solicitar la duplicidad del término constitucional para definir su situación jurídica.
Esta nueva orden de aprehensión se suma a las múltiples acusaciones que enfrenta, incluyendo siete procesos penales federales por delincuencia organizada con fines de narcotráfico, operaciones con recursos de procedencia ilícita, posesión de armas y cartuchos exclusivos del Ejército, así como cohecho. De acuerdo con la FGR, aún restan dos órdenes de aprehensión por cumplimentar, además de otros cinco procesos que podrían reactivarse. En total, las penas acumuladas por estos delitos podrían alcanzar los 730 años de prisión.
Osiel Cárdenas Guillén, conocido como “El Ingeniero” o “El Mata Amigos”, fue deportado de Estados Unidos el pasado 16 de diciembre tras cumplir una condena de 19 años en una prisión federal por narcotráfico y violencia. Su regreso a México responde a las múltiples órdenes de aprehensión pendientes en el país. Desde su liderazgo en el Cártel del Golfo, la organización se consolidó como una de las más poderosas de México, expandiendo sus operaciones a nivel internacional. Durante su mandato, Cárdenas fue responsable de la creación de Los Zetas, un grupo armado compuesto por exmilitares que utilizó tácticas de violencia extrema para consolidar el control territorial de la organización.
El historial criminal de Cárdenas Guillén comenzó en 1992, cuando fue arrestado por primera vez en Estados Unidos por posesión de cocaína. Aunque fue extraditado a México en 1993, retomó sus actividades delictivas y continuó operando hasta ser nuevamente capturado en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007, donde permaneció en prisión hasta su reciente deportación. Ahora, bajo custodia en México, deberá enfrentar las nuevas acusaciones que podrían definir el resto de su vida en prisión.