El presupuesto para la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones en 2025 será reducido en un 13%, afectando programas clave mientras la demanda de atención sigue en aumento. En 2023, más de 179,000 personas solicitaron tratamiento por adicciones, y en 2024 las consultas por ansiedad y depresión lideraron los servicios.
Expertos advierten que este recorte pone en riesgo la capacidad de respuesta del sistema de salud, especialmente para jóvenes y adolescentes, quienes representan una población vulnerable ante estas problemáticas. La falta de recursos también limita los programas de prevención, esenciales para reducir el impacto social y económico de las adicciones y trastornos mentales.
Este panorama plantea interrogantes sobre las prioridades del gobierno en temas de salud pública, especialmente en un contexto donde las necesidades de atención continúan creciendo.